El derrame ocular, también conocido como hemorragia subconjuntival, es una condición común que ocurre cuando se rompen pequeños vasos sanguíneos en la parte blanca del ojo, llamada conjuntiva. A pesar de que puede lucir alarmante, por lo general no es grave y suele desaparecer por sí sola en poco tiempo.
¿Cómo se dice Derrame Ocular en Inglés?
En inglés, el término que se usa para referirse al derrame ocular es “subconjunctival hemorrhage”. Este término se compone de “subconjunctival”, que hace referencia a la capa de tejido que se encuentra debajo de la conjuntiva, y “hemorrhage”, que significa hemorragia.
Causas del Derrame Ocular
El derrame ocular puede ser causado por diversas razones, como:
- Toser o estornudar con fuerza
- Frotarse los ojos con demasiada intensidad
- Lesiones oculares
- Hipertensión arterial
- Tomar medicamentos anticoagulantes
Síntomas del Derrame Ocular
Los síntomas del derrame ocular suelen ser visibles y pueden incluir:
- Una mancha roja en el ojo
- Sensación de ardor o picazón
- Molestias leves
Tratamiento del Derrame Ocular
En la mayoría de los casos, no es necesario un tratamiento específico para el derrame ocular, ya que suele desaparecer por sí solo en una o dos semanas. Sin embargo, si experimentas dolor o molestias persistentes, es recomendable consultar a un oftalmólogo para descartar cualquier otra condición subyacente.
Prevención del Derrame Ocular
Para prevenir el derrame ocular, es importante evitar acciones que puedan aumentar la presión en los ojos, como frotarse con fuerza o toser de manera brusca. También es recomendable mantener una dieta equilibrada, controlar la presión arterial y evitar el uso excesivo de medicamentos anticoagulantes si es posible.
Conclusión
En resumen, el derrame ocular es una condición común que suele ser inofensiva y desaparece por sí sola en poco tiempo. Conocer cómo se dice en inglés, “subconjunctival hemorrhage”, puede ser útil si necesitas comunicarte sobre esta condición en un entorno de habla inglesa. Recuerda que, en caso de duda o molestias persistentes, es recomendable acudir a un profesional de la salud visual para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado.